RUTA PICO PRADILLA
Fecha: 17-11-2018.
Componentes de la expedición:
Elisa, Goyo, Miguel Ángel, Mª Eugenia, Félix, Felipe, Antonio y Urbano.
Aunque no hacía frío,
era un típico día otoñal en el que el sol brillaba por su ausencia.
Enfilamos la
carretera de Matallana de Torío. Sobre las nueve llegamos al bar Capitol de
Matallana, donde nos obsequiaron con una naranjada y un bizcocho mientras
tomábamos café. El local estaba lleno de gente madrugadora, sobre todo de
senderistas y ciclistas.
Cogimos la carretera
LE 315 y, después de pasar Getino, nos desviamos hacia la derecha camino de
Genicera, donde comenzó nuestra ruta. El pueblo parecía desierto como casi
todos los que le rodean, aunque las casas son de piedra y se nota que están bastante
arregladas porque la mayoría de sus dueños suelen venir en verano y fiestas de
guardar.
La niebla nos impidió
reconocer el pico Pradilla. Estuvimos revisando al menos cuatro. Al final nos
decidimos por el último porque no había más y el viento nos desaconsejó seguir
buscando.
Deseando abandonar
aquel lugar tan poco acogedor por la climatología, comenzamos el descenso entre piornos, zarzas y
maleza. Se nota que hay poco ganado suelto por el monte, la mayoría se encuentra
en los prados cercanos a los pueblos que se ven más cuidados.
En el mesón “Las
Nieves” de Cármenes tomamos una caña y rápidamente nos acercamos al restaurante
“La Rinconada” de Coladilla; allí, por unanimidad, degustamos un cocido. Luego, en la quesería "El Sendero",
algunos aprovecharon para comprar queso y yogures, famosos de este lugar.
Ya de vuelta, una vez
más, admiramos el trabajo tan impresionante que el río Torío ha hecho en las
hoces de Vegacervera.
En León, a 16 de
diciembre de 2018, cuando correcciones y evaluaciones no van a impedir
disfrutar mañana de un maravilloso día subiendo al pico Gallo aun que sea con
muletas o en parihuelas, otros estaremos quitando las uñetas al gocho mientras echamos de menos la montaña.
Urbano