El Tiempo en León

sábado, 22 de noviembre de 2014

ruta 7. curso 2º. El Faro, o mejor río Aller



RUTA 7 - 2º curso
EL  “FARO” o mejor “RÍO ALLER”.

Fecha: 22-11-2014

Componentes de la expedición:
Antonio,  Mariví,  Goyo,  Elisa,  C. Felipe, Mª Eugenia, Rocío, Fernando y  (la perrita Trufa). 



             Madrugón de fin de semana. Con las luces de las farolas aún reluciendo, emprendemos el viaje matutino hasta el puerto de “Vegarada” con el fin de coronar  el pico “El Faro”. Calentamos motores tomando el primer café en La Vecilla  y allí, tras consultar las previsiones meteorológicas, empiezan las primeras dudas. ¿Merecerá la pena el esfuerzo de la subida con la densa niebla y la llovizna que vaticinan?.

         Los más lanzados opinan que hay que arriesgarse que,  aunque  de mañana la niebla es espesa, hacia mediodía, cuando hayamos alcanzado la cumbre, despejará y las hermosas vistas compensarán el esfuerzo.

Se aplaza la decisión para cuando lleguemos a “Vegarada”.



En “Vegarada”, la niebla y la llovizna son persistentes, así que decidimos cambiar la ruta.

Con la pertinaz llovizna azotando nuestros rostros, iniciamos un recorrido inverso al acostumbrado, descenso – subida.





















La constante bajada del puerto de “Vegarada”, en dirección a Asturias, nos condujo, mientras  observábamos el cercano paisaje otoñal de los árboles cercanos e intuíamos  otros magníficos paisajes ocultos entre la tupida niebla, al pueblo del “Río Aller”. Después de  dos horas de rápida bajada, pudimos tomar un calentito café en el bar de este   pueblo asturiano y confraternizar con los parroquianos del lugar.


La lluvia y la niebla  se mantenían y debíamos subir todo lo que bajar habíamos, que no era poco. Así que, con  paciencia  y sufrimiento,  ascendimos los 800 m de altura que nos separaban de los coches y del puerto de “Vegarada”.



Hacia las tres de la tarde, finalizó la larga e inesperada incursión en campo astur.

Para resumir, niebla-llovizna-niebla-llovizna-niebla………………


Por favor ¡que el tiempo nos sea más propicio, en la próxima…….¡


C. Felipe


sábado, 8 de noviembre de 2014

ruta 6. curso 2º. El Polvoreda o Correcillas.



RUTA 6 - 2º curso
EL  “POLVOREDA”  o  “CORRECILLAS”
Fecha: 8-11-2014

Componentes de la expedición:
Antonio, Mariví, Goyo, Elisa,  Queti, M. Ángel, C. Felipe, Mª Eugenia,  Ricardo, Julio.



            No hay mucho que contar de la subida al “Correcillas”.

 El día se despertó  lacrimoso  y  nebuloso. Nuestros guías mostraron sus dudas, durante el matutino café, sobre la conveniencia de acometer la subida en tan adversas condiciones meteorológicas, pero la valentía y empuje de “los de Cubillas” ganó la partida.



Tomada la decisión, nos aplicamos el refrán de “al mal tiempo, buena cara”  e iniciamos la ruta desde el pueblo  que se asienta a su ladera “Correcillas”. Subiendo por  el Valle de Santiago,  por un camino  ancho y transitado, pero húmedo y cenagoso, llegamos al Collado de Santiago.



A pesar de las pésimas predicciones meteorológicas,  la lluvia nos respetó un buen rato, aunque tuvimos que caminar envueltos en una tupida niebla que impedía la visión.  Cuando dejamos el camino que conduce a Rodillazo y comenzamos la verdadera ascensión, aparecieron las primeras briznas de nieve  que, impelidas por el viento nos azotaban y que nos cortejaron toda la ascensión.



El pico, escondido en la espesa niebla, era el señuelo que  debíamos descubrir y alcanzar. Así que, perdidos en la niebla, subimos, anclando bien las botas al suelo para evitar los  previsibles patinazos, hasta alcanzar, para sorpresa de Mariví, la primera en encontrarlo, el punto geodésico que  indicaba que estábamos, sin darnos cuenta en la cumbre.

Ricardo y Quety, que habían superado la prueba de la ascensión con gran  valentía, no obtuvieron, como recompensa al esfuerzo, la majestuosa visión panorámica que desde aquí se observa.  El viento, la nieve y la niebla nos expulsaron, apenas hecha la foto, de la cumbre. 


Con la esperanza de  que el tiempo sea propicio la próxima vez y podamos disfrutar  de espléndido paisaje, emprendimos el descenso.




Una vez sorteadas las resbaladizas peñas y resguardados de la molesta ventisca, nos detuvimos para tomar un  ligero tentempié. Sin pérdida de tiempo, culminamos el descenso y, ante las indicaciones de unos y las dudas de otros, comenzamos a caminar por el valle que, presumiblemente, nos llevará al camino de vuelta. Después de pasear  más de media hora,  de  saludar a los eremitas  equinos  y de buscar imaginarias setas, Antonio  se mosqueó y  decidió que debíamos dar la vuelta porque estábamos en el camino equivocado. No es de extrañar ya que la niebla lo invadía todo y no se veía ningún punto de referencia.

Sin nada que objetar, confiados en su experiencia y conocimiento de la montaña, tornamos sobre nuestros pasos y desanduvimos lo andado. La pronta aparición del río fue el referente que le ayudó a encontrar el camino de vuelta. ¡Nada comparable como unos buenos guías ¡

Recuperado el sendero, con pies ligeros, abordamos el recorrido que nos separaba de Correcillas. La intensiva lluvia  anunciada enmudeció las cuerdas vocales. Los gorros y chubasqueros forraron los cráneos. Las botas empapadas chapotearon por los charcos. Los guantes humedecidos congelaron las manos  y, chorreando como patos, arribamos en el pórtico de la iglesia de Correcillas.

Adueñándonos de la galería de una desierta casa, cambiamos nuestras empapadas ropas y, a las cuatro de la tarde, con frío y hambre, nos encaminamos a Coladilla.



La sopa calentita, el suculento cocido aliñado con sabrosa verdura, el chorizo, el tocino, la carne de chivo, el vino y los postres autóctonos fueron unos formidables reconstituyentes de  un día  un tanto aciago.



          Para finalizar la jornada, en S. Feliz de Torío, con la sorpresiva y agradable visita de nuestra presidenta Helena, de la lesionada Cloty y de la enamorada y currante Nicoleta, celebramos una improvisada asamblea del Club.  La asamblea sirvió, para que  Ricardo firmase la prórroga del permiso a Helena y para que Helena consiguiese la rectificación de la nota final del curso pasado. Según los Antonio y Mariví, responsables guías y evaluadores, se RECTIFICA la nota y se le da UN APROBADO. 



Helena, después de hacerle la pelota a M. Ángel,  ya que sabe que es el “portavoz” de la oposición y agradecerle el haber sido su "guardia" y "custodia" en la ruta del Lago de Sanabria, se compromete a integrarse definitivamente, después de  su jubilación, en el Club y a programar rutas alternativas, de menor dificultad, para los/as amantes del senderismo.


De todo lo cual, como escribano, doy fe.

 Felipe