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domingo, 21 de marzo de 2021

 

RUTA DE LAS BRAÑAS DE CALDAS DE LUNA

Fecha: 20-3-2021

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/las-branas-de-caldas-caldas-de-luna-46480908

 

Componentes de la expedición: Queti, Elisa, Goyo, Felipe y  Urbano

Eran las 8,35 h cuando abandonamos León. Un día normal, con un sol que anunciaba ya la primavera y un algo  de frío que pedía  un poco de calefacción. En La Magdalena, donde cogimos la autopista, nos sorprendió que no hubiese un operario en la cabina, y es que ha sido sustituido por una máquina que a veces se necesita saber algebra para hacer las gestiones con ella. Apenas había tráfico y el paisaje era agradable, con la primavera a punto de pedir el relevo. El pantano de Luna estaba a rebosar, las lluvias han sido abundantes. En la salida, volvimos a encontrarnos con la máquina “quítate tú que yo me pongo”, una operación cada vez más frecuente en ciertos trabajos. Las máquinas   no reivindican derechos ni se ponen enfermas.

Cerca ya de Caldas de Luna, adonde nos dirigíamos para comenzar el recorrido, nos avisan que debido al viento debíamos cambiar la ruta prevista y haríamos la Ruta de las brañas de Caldas de Luna.

La Braña es  una  zona de montaña donde el ganado aprovecha los pastos de puerto tardíos en época estival, aunque también hay brañas que se utilizan en época invernal y que suelen tener cabañas para el refugio de los pastores.

Comenzamos la ruta en un paraje cercano al balneario de Caldas de Luna. Dejamos los coches. El principio es una senda ancha y cómoda que cruza   dos veces por debajo de la autopista  A66, al final hay una bifurcación,  elegimos tirar hacia la derecha donde comienza una vereda que llaman La Sendina y que discurre entre  robles. Al final  se encuentra la parte más difícil de todo el recorrido, es un roquedal que en este tiempo es una pista de hielo que te exige sujetarte bien.

Dejamos las rocas y descendemos a la  Braña de Lavén, ya por un camino  nuevo y  amplio,  pero sin  tablillas indicadoras de la ruta.

Descendemos hasta el arroyo Cacabillos, lo cruzamos y, como baja muy crecido, más de uno casi lo pasa a nado. Recorremos la Braña del mismo nombre, con la mayoría de las cabañas en ruinas.  Una senda cómoda nos lleva hasta el Refugio de Caldas, dotado de una gran mesa, bancos, sillas y una cocina de leña: el lugar adecuado para reponer fuerzas con un bocadillo y comentar los percances de la ruta.

Reanudamos la marcha entre piornos y escobas, en un descenso que nos llevaría hasta la bifurcación y, desde allí, hasta los coches.

Una ruta de dificultad media, apetecible en todo momento y quizás más en primavera.

 

En León, a 2 de mayo, reconfortados con las abundantes lluvias de abril, esperando que el 4 no arrase “la vida a la madrileña” y echando de menos a aquellos amigos que nos acompañaban en otras ocasiones.

 

URBANO.