RUTA 7. CURSO 3º
PUENTE VILLARENTE-MONASTERIO DE SANDOVAL-LANCIA-PUENTE VILLARENTE.
"CRÓNICA DE LA PATRIA CHICA DE LOS ANTEPASADOS DE GOYO"
22/11/2015
PUENTE VILLARENTE-MONASTERIO DE SANDOVAL-LANCIA-PUENTE VILLARENTE.
"CRÓNICA DE LA PATRIA CHICA DE LOS ANTEPASADOS DE GOYO"
22/11/2015
A las nueve nos reunimos en el restaurante La Montaña de Puente Villarente y, saboreando un café, decidimos qué ruta hacer. Se eligió una de 35,5 km que después de retoques quedó en 19 km.
Pasado el puente sobre el río Porma, comenzó la aventura. A
nuestros pies, zarzas, juncos, matorrales… propios de un camino que en sus tiempos
debió de ser maravilloso. A nuestra derecha, el río. Cuando el lugar se hizo infranqueable, tiramos por lo sano y cogimos
el camino de las gentes sensatas, que nos llevó a Nogales, un lugar tranquilo
donde no vimos a nadie a quien
preguntar. Pero acertamos. Claro que no había muchas opciones de perdida para
llegar a Villaverde de Sandoval, a 750 m del pueblo anterior y donde visitamos el Monasterio de Santa María de Sandoval.
Algunos recordábamos a
la señora Munda que tanto luchó
por las ruinas del monasterio y quien, según palabras de su hija, que nos
sirvió de guía, tuvo que enfrentarse a
algún párroco interesado en asuntos económicos y decirle “Sí, para usted la
tierra y para nosotros el cielo”.
Monasterio Sandoval dijo al abad el parado:
"hasta el santo del altar tiene
el puño levantado".
La misericordia era un bálsamo para tantas horas de rezo y canto.
Recorrimos las diferentes partes y ruinas que quedan el
monasterio, de manera más concreta la iglesia donde se ha realizado una gran
labor por parte de la asociación Promonumenta, quedando impresionados de los
tesoros que guarda, de la desidia y
falta de interés que muestran quienes deberían cuidar este patrimonio
histórico.
Sin prisa pero sin pausa, retomamos el camino hacia Lancia,
la mayoría lo hicimos andando, Goyo y Blaki corriendo.
CERANOR , la eternidad bien vista
|
En Lancia nos encontramos la misma alambrada de siempre con
algún agujero que otro para permitir el paso, el montón de ladrillos apilados y
los restos que se empeñan en hacer frente a las inclemencias, Gracias a César
que nos dio algunas explicaciones, salimos un poco más instruidos por el mismo
agujero que entramos.
A toda pastilla, porque nos esperaba un cocido, cogimos los coches y nos encaminamos a Donde Nuria en Santa Olaja de Eslonza. Allí los abrazos y
besos fueron siempre para el mismo: Goyo.
Hasta temimos tener que quedarnos a
cenar porque todavía faltaban por desfilar algunos familiares, y eso que nos
había comentado que ya no quedaban en el
pueblo.
Nos
encantó el cocido y el trato afable que nos dispensaron al acompañar a una
persona tan importante como es Goyo, nieto del
señor Arsenio Moratiel.
URBANO
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