RUTA 5. CURSO 4º
PICO SANTA EUGENIA (ARINTERO)
FECHA: 26 -11-2016
Componentes de la
expedición: José Ignacio Ordás, César Trobajo, Guti, Elisa, Goyo, Mariví,
Antonio, C. Felipe, Queti, Eugenia, Miguel Ángel, Urbano y la perrita Blacky.
Esperando que el tiempo
no nos jugara una mala faena, nos reunimos en el Bar Las Hoces de La Vecilla del Curueño
saboreando el primer café y degustando un bizcocho con chocolate que las
expertas manos de Elisa nos habían preparado. Volvíamos a ser una familia
numerosa con la incorporación de compañeros que por diversas circunstancias no
frecuentaban las salidas.
Esta vez nuestro
interés estaba dentro de la
Montaña de los Argüellos, en el valle del arroyo Villarías, concretamente se trataba de
subir a la Peña Santa Eugenia o
Peñabueno, una montaña fácil de escalar
que separa los valles del Porma y del Curueño y los términos de La Baña, Arintero, Valdecastillo
y Valdehuesa.
El punto de salida fue
Arintero, lugar de nacimiento de una de las guerrilleras históricas leonesas, la Dama de Arintero.
"Si
queréis saber quien es
este valiente guerrero,
quitad las armas y veréis
ser la Dama de Arintero.
Conoced los de Arintero
vuestra Dama tan hermosa,
pues que como caballero
fue con su rey valerosa".
Sobre la gesta de la Dama de Arintero hay varios
romances, me ha llamado la atención el trasfondo feminista de uno de ellos y el
aire de resignación cristiana de otro, cuando la citada dama se encara a su
padre, quejumbroso de no tener hijos que mandar a la guerra.
(1) “ Padre, no culpe usted a mi madre pues si alguien
tuviera la culpa serían los dos.”…
(2)“Calle
usted, mi padre, calle. No eche, no, esa maldición, si tiene usted siete hijas
Jesucristo se las dio”…
Dado que la dama fue una mujer de armas tomar, pareciérame más acertado el
primer romance.
Y
siguiendo con nuestra aventura, la comenzamos y la finalizamos rodeados de
nieve. Afortunadamente no tuvimos que utilizar los crampones, su estado
intermedio entre dura y blanda era ideal. Al principio, la senda era amplia y
descendente hasta que cruzamos el arroyo Villarías, afluente del Curueño;
después empezamos a subir hacia la collada de Arintero por donde cresteamos
hasta alcanzar la Peña
Santa Eugenia (1650
m), donde
repusimos fuerzas.
el fantasma de la nieve |
sin tiempo para la vendimia |
Como no había niebla que nos lo impidiera,
descubrimos hacia el este el Pantano del Porma o de Vegamián y el Susarón a su lado como un
majestuoso vigilante, En el lado contrario se hallaba el Bodón, el Dios de la Victoria para los pueblos
astures y cántabros y la
Peña Valdorria, en cuya falda se asienta el pueblo del mismo
nombre. En el valle se descubrían
Arintero y la Braña
hermanados por la misma carretera y el mismo arroyo.
Con
un poco más de cuidado, que no nos privó de resbalones y caídas, descendimos. En
uno de los descansos se organizó una batalla
con bolas de nieve sin trincheras ni parapetos que animó el ambiente.
Sin
darnos cuenta, llegamos a nuestro punto de partida, Arintero.
Aunque
de vez en cuando nos encontramos piornos y a veces la ruta se empinaba, el
recorrido fue cómodo y agradable, siempre con la precaución de
tantear lo que la nieve ocultaba.
En el
camino hacia Nocedo, nos paramos en el Mesón La Venta del Aldeano, que en
sus tiempos fue La Venta
de la Zorra,
allí tomamos una cerveza mientras
comentábamos animadamente las peripecias de la salida.
En el
Bar De la Sierra
de Nocedo nos esperaba una comida y la cata del vino que uno de los miembros
del grupo, viticultor neófito, ha hecho este año. Los comentarios, como no
podían ser de otra manera, fueron favorables. A alguno le recordó las vendimias
de su adolescencia.
Acordamos
que la próxima salida sería el día 11 de diciembre. La organiza La Federación de Deportes de Montaña, Escalada
y Senderismo de Castilla y León. El recorrido será la subida al Pico Gabanceda
(2.036 m) desde
el Puerto de Pandetrave (1.562
m). Al finalizar disfrutaremos de un cocido valdeonés
con los asistentes en el Polideportivo de Posada de Valdeón.
En
León, a 6 de diciembre de 2016, en medio de un acueducto que algunos aprovechan
para bailar una jota maña y a otros nos ha permitido ejercer el noble oficio de la procrastinación.
Urbano