RUTA 7. CURSO 4º
RECORRIDO POR LAS
MÁRGENES DEL ESLA
Fecha: 14-1-2017.
Componentes de la expedición: Elisa, Goyo, Mariví,
Antonio Diez, Antonio, Queti, Miguel
Ángel, Elena, Cloti, Nicole, Julio y el espíritu de Blacky.
Se
non è vero, è ben trovato
Desde mi retiro
obligatorio por mis achaques de salud, dejo volar mi imaginación que se detiene
ante el árbol de la estación de Cubillas, usado por el cartero, por los que
tuvieron prisa y dejaron guardado en su hueco un secreto que nadie recogió, por
aquel maestro de pelo cano que guardaba el trapo de limpiar los zapatos a la
espera del coche de línea en los jueves
de mercado.
La casilla del tren
burra ha sido testigo de todas esas anécdotas. Los dos han envejecido y ven
envejecer a quienes, en los días soleados, se sientan en el banco adosado a la
casilla, mientras hablan de planes de regadío de tierras en adil, de cuando todas las tierras eran necesarias y como mucho
se dejaban en barbecho. Había tiempo para relvar, binar y terciar los barcillares.
Dejando a las personas entendidas del pueblo
con sus recuerdos del pasado, comenzamos la marcha con la foto de salida
delante de las antiguas escuelas del pueblo, al lado del frontón municipal.
Aunque algunos no daban
un duro por la concurrencia, el grupo es numeroso, han acudido gentes a las que
se echaba de menos.
Nos
ponemos en marcha con un sol acogedor que ha amortiguado la escarcha de la
noche y promete acompañarnos la jornada. Los caminos arcillosos y anchos, trazados
con motivo de la concentración parcelaria están transitables y el campo se ha despojado
de los maizales que se han convertido en el omni presente cultivo de estas
zonas de regadio. Quedan pocas tierras de cereal, alfalfa o remolacha que
antaño dominaban el terreno.
Estas
tierras, no hace mucho cercadas por
acequias, ahora permiten extender la vista ya que el riego se realiza por
tuberías soterradas. Se acabaron los chupones, el riego a manta, los controles
para ver si el agua había llegado al final del surco. Hoy, con una simple llamada de teléfono, se acuerda el día y la hora
de riego. Pero a penas hay gente en el campo para realizar los riegos.
Cuando
llegamos al término de Fresno de la Vega aparecen las escarolas, la coliflor,
el puerro y la lombarda, estamos ante una de las huertas más productivas de la
provincia. Desde hace tiempo, los vecinos de este pueblo se han dedicado a la
horticultura y, últimamente, a la elaboración de conservas vegetales Es el
vergel de la ribera del Esla.
Un
poco más adelante se encuentra Cabañas , una pedanía de Valencia de Don Juan, en su tiempo un campo de hortalizas, ahora
practicamente despoblado. La gente que trabaja estas fecundas tierras se desplaza desde Valencia,
donde tienen una vida con mayores servicios.
Por
San Luis hay una gran romería en este pueblo donde suelen juntarse coyantinos y
cabañenses en fraternal merienda.
Seguimos
nuestro camino y descubrimos una pasarela
sobre el Esla que une el Complejo
La Isla, espacio para ferias y mercados, conciertos veraniegos y actividades festivas con el Cachón de la Isla,otro
espacio de zonas deportivas, piscinas y senderos que recorren la orilla
del río.
Seguimos
nuestros derroteros entre terrenos fértiles y en el paraje llamado El Sotico” descubrimos una hermosa sequoia, recuerdo de
algún indiano.
Ya en tierras de Villamañán, cruzamos el Canal
del Esla, que con sus 42 km riega las tierras de la margen derecha del río desde
Benamariel a Benavente. Antiguamente en sus márgenes había varios molinos y una
central hidroeléctrica.
El
paso por Benamariel nos recuerda una época en la que los árabes poblaban estas
tierras, donde dejaron nombres como Alcuetas, Castilfalé, Benazolve y
Benavente.
De Benamariel y Jabares eran los abuelos maternos y paternos de Chumy
Chúmez, dibujante, humorista, escritor y director de cine, fundador de la
revista Hermano Lobo. Suyas son ciertas frases de gran actualidad como:
En un corto tramo encontramos dos barreras
sobre el río. Primero el azud de Benamariel, al que los del pueblo
llaman el puerto
y que regula
la entrada de caudal al histórico Canal del Esla.,
El segundo es el azud de Villalobar, construido con posterioridad, regula la entrada de
caudal al Canal del Páramo Bajo, que discurre por la margen derecha del Esla. Para
salvar el desnivel entre el río y el canal, hay una central elevadora que
consta de 7 bombas con una capacidad de bombeo de 3,5 m³/s cada una. Ambos
azudes están situados en el curso medio del río, después de su confluencia con
Porma y Bernesga, reciben las aguas acumuladas aguas arriba en los embalses y
el agua sobrante de los regadíos del Canal del Porma de la margen izquierda.
Un poco más
adelante, atravesamos el río por un puente de reciente construcción y nos
dirigimos a Cabreros del Río, pueblo con un volumen importante de tierras de
regadío donde se halla Ucogal, la mayor cooperativa agrícola de la provincia.
Como ya hemos
hecho méritos suficientes para acercarnos al mantel, nos apresuramos a llegar a
Cubillas donde cogemos los coches para dirigirnos sin pérdida de tiempo a
Gusendos.
En amigable
compañía y comentando los acontecimientos de la jornada, dimos cuenta de unas
sabrosas tortillas y uno, más bien varios pulpos regados con el vino Prieto
picudo de esta acogedora tierra que es Los Oteros.
En León, a enero de 2017, esperando que la compañía de muchas de las personas que han hecho
hoy la ruta se prodigue en más ocasiones.
El
espíritu de Blacky.
No hay comentarios:
Publicar un comentario