RUTA 5. CURSO 2017-2018
"EL CUETO DE BOÑAR".
Fecha: 14-04-2018.
Componentes de la expedición:
Elisa, Goyo, Miguel Ángel, Mariví, Antonio, César Felipe, Urbano y nuestra inseparable
Blacky.
Las vacaciones de Semana Santa con sus
actividades viajeras, no nos parecieron momento oportuno para el montañismo,
así que, una vez pasado este tiempo en el que, intentando descansar nos
cansamos más de la cuenta, reanudamos las marchas.
Nos citamos para tomar un café y un pincho de
tortilla en Boñar. Afortunadamente, aunque habían vaticinado algo de lluvia, no
se cumplió el pronóstico y disfrutamos de un recorrido soleado.
La subida fue, en principio, por una senda
hecha a propósito para llegar a la cima
donde había una construcción destinada a detectar los incendios; luego decidimos
realizar la marcha por los senderos que han ido marcando los corzos.
Observamos que en ciertos prados había varios
vehículos con matrícula inglesa y alguna construcción rústica. ¿Nos estamos volviendo
un paraíso ibicenco? ¿Será una
estrategia del “brexit”? ¿Serán auxiliares de comunicación nativos para los profesores que formen parte
del sistema bilingüe de los centros públicos con un nivel C1?.
Aunque en la base había dos carteles que
indicaban que el tiempo de ascensión sería de 3 o 4 horas, según el camino a tomar,
fuimos mucho más rápidos y a las dos horas ya estábamos arriba.
En el descenso empleamos más tiempo porque lo
hicimos por otros derroteros y casi todo él por caminos.
Antes de la comida tomamos una caña en el
Negrillón y contactamos con nuestro compañero Pedro Caballero, pero un
compromiso musical le impidió reunirse
con nosotros.
El restaurante Las Cabañas de Vegaquemada fue
el elegido para el ágape. Ya habíamos estado en él y nos agradó el trato
recibido. Esta vez el menú fue a base de
arroz negro, ensalada de queso, bacalao a la vizcaína y chuletillas de cordero,
todo ello acompañado por agua y verdejo. Algunos, que estaban más pendientes
del partido de fútbol que de la comida,
pudieron verlo, más bien adivinarlo,
a través del teléfono.
Como quiera que nos amenazaban dos puentes,
algunos ya ni contamos con esos maravillosos oasis donde propones múltiples
actividades que después se convierten en un descanso, pensamos que lo mejor
sería dejar la siguiente salida para el 5 de mayo.
Esperamos que para esa fecha el grupo se nutra
de algunos elementos que, cual ovejas descarriadas, vuelvan al redil y que
otras obligaciones se lo permitan.
En León, a 17 de abril cuando el tiempo nos ha
levantado el ánimo con un resplandeciente sol, no de justicia pero casi, en
esta primavera lluviosa y retrasada.
Urbano