RUTA 7. CURSO 4º
EL BODÓN.
Fecha: 04-03-2017.
Componentes
de la expedición: Elisa, Goyo, Mariví, Antonio, María Eugenia, Queti, César
Felipe, Miguel Ángel, Urbano y nuestra inseparable Blaky.
Como estaba previsto, salimos
de León sobre las 8 de la mañana. Los partes meteorológicos vaticinaban un día
de perros con bajas temperaturas, nevadas y vientos de 90 km/h; sin embargo nos
acompañó un sol maravilloso, sin viento y apenas chispeó algo de nieve durante
la salida.
Primera parada, en la
Vecilla, donde María Eugenia tuvo el detalle de invitarnos para celebrar su
veinte cumpleaños. Se ha convertido en una experta en el manejo de los
crampones y suya es la frase: ¡Dazme unos
crampones y recorreré el mundo!
Como era de esperar, después
de las catastróficas predicciones sobre el tiempo, no encontramos a nadie que en su sano juicio intentara
la ascensión al Bodón.
Dejamos los coches en
Valverde del Curueño y comenzamos la ascensión con tranquilidad. El primer
tramo a penas tenía nieve y la pendiente era llevadera; en el segundo, ya la cosa
se puso más seria.
De repente y sin previo
aviso, vemos a Miguel Ángel deslizarse sobre la nieve pendiente abajo, sin esquíes.
Decir que nos dejó acongojados es poco. Afortunadamente la cosa no pasó a
mayores y pudo frenar a tiempo.
Como si hubiera sido un aviso
de lo que nos podría suceder, todo el mundo se puso los crampones y comenzamos
a desplazarnos como si estuviésemos pisando huevos. Solo habíamos avanzado unos pasos cuando Mariví,
con crampones y todo, comenzó a deslizarse. Otra vez acongojados, y otra vez
pudo frenar a tiempo.
Comenzamos el descenso sin
alcanzar la cima del Bodón. Si a la tercera va la vencida, no sería a
cuenta nuestra, ya habría otras ocasiones
y tiempos mejores para intentarlo.El regreso lo hicimos sin dificultad y
charlando animadamente.
Una vez en Villaverde cogimos
los coches y paramos en el bar Anabel de Valdeteja, cargado de chascarrillos,
dichos, refranes y fotos dedicadas de
Viggo Mortensen, posiblemente se dejó caer por estas tierras para
publicitar la película El Capitán
Alatriste.
Este pueblo tiene mal
recuerdo de la Guerra Civil pues sufrió un gran incendio que alcanzó hasta la
iglesia y acabó con sus antiguos legajos jurisdiccionales; se clausuró el
filandero, la ronda de mozos, la perfecta organización comunal y tuvo que
emprender nuevos caminos.
A la hora de la comida, dimos
con nuestros huesos en el Zagüan de Colín de Valdepiélago. Allí, en medio de
una conversación entretenida, dimos cuenta de una exquisita sopa de trucha seguida, para la mayoría, por el
bacalao al ajillo.
León, a 4 de marzo de 2017,
cuando hemos aprendido la lección de que el hombre propone y la naturaleza
dispone.
Urbano
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